Impuesto sobre las alcancías: un estudiante se queda llorando después de que sus ahorros fueran devorados

Randy Gasang Boganutan, un estudiante universitario de cuarto año, abre su querida alcancía, sólo para descubrir que los ahorros que había ganado con tanto esfuerzo durante meses se habían reducido a papel triturado y podrido, infestado de termitas. Emocionalmente devastado, Randy se arrepiente de haber elegido el contenedor equivocado para guardar el dinero extra de su asignación.